sábado, 5 de mayo de 2012

Y cambiaba vidas

José tomaba un jugo disfrutando el frescor nocturno dominical de fines de verano.
 
 
-Termino de trabajar a las 9 de la noche muchas veces. Pero me voy a dormir tranquilo.
-Cada día en tu trabajo entonces cambiás vidas.
 
 
Al otro día lo esperaba Cañal, su pueblo adoptivo chileno. Sus jóvenes voluntarios, que irían a las comunas más humildes a dedicarles su tiempo en educación. José tenía la responsabilidad de guiarlos. Torció su cabeza y sus rulos se movieron graciosamente. Sonrió en paz.

-A veces el trabajo es duro, pero todos los días me levanto temprano, con ánimos de trabajar al máximo.
Le quedaba un largo trayecto de ómnibus. Tomó su mochila y caminó al metro. Su labor en el mundo era tan importante, que no había sueño ni horas de ruta que le dificultaran moverse. Quería terminar su viaje en su Colombia natal, tratando de que fuera un lugar mejor para vivir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pequeños grandes héroes de todos los días.Cultivar mentes,cambiar vidas...
Enseñanzas de un Maestro.Aprender a vivir.
Me quedé con la imagen de la foto,nati "viendo lejos",los pies plantados en la madre tierra,la vara de sostén,las flores alegrando la vida y la mente más allá del horizonte,forjando un porvenir.cbg